Las pilas de botón suponen un serio peligro para los niños, ya que pueden ingerirlas y sufrir graves consecuencias.
La revista Pediatrics ha publicado recientemente un estudio descriptivo, realizado en EE.UU., que analiza los casos detectados a lo largo de 20 años. La preocupación surge sobre todo porque se ha observado el mayor uso doméstico de pilas de litio de 20 mm (un 37,7% se encontraban en mandos a distancia) que son, además, las que producen mayores daños, incluso la muerte, debido sobre todo a que por su mayor tamaño quedan alojadas en el esófago cuando son deglutidas por el niño; en menos de dos horas producen quemaduras graves por las reacciones químicas que desencadenan.