Las lesiones no intencionadas como caídas o golpes causan el 20% de las urgencias pediátricas en España
Las lesiones no intencionadas generan una de cada cinco urgencias que se atienden en los servicios de urgencias pediátricas de los hospitales españoles. De ellas, las caídas representan casi la mitad (42%) de estas visitas –la mayoría desde la propia altura del niño-, seguidas de los golpes (22%) y los accidentes deportivos (20%). Así se desprende del estudio multicéntrico “Lesiones no intencionadas en los servicios de urgencias de los hospitales españoles” que se va a presentar en el 65º Congreso de la Asociación Española de Pediatría (AEP). Los expertos inciden en la importancia de extremar las precauciones aplicando, sin excepciones, las medidas de seguridad y prevención de lesiones en cada caso y no confiarse en la supervisión.
Este estudio, en el que han participado 11 centros hospitalarios españoles, investiga las variables demográficas y epidemiológicas de los niños que son atendidos en los servicios de urgencias. “La investigación analiza 1.673 urgencias de niños de 0 a 16 años en hospitales de referencia, secundarios y terciarios, tanto de costa como de interior, por lo que los resultados son extrapolables a toda la geografía nacional”, explica el doctor Rafael Marañón, pediatra del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid e investigador principal del estudio. El principal objetivo de esta investigación es “conocer cuál es la realidad para poder aplicar las medidas de prevención oportunas”, añade.
Según las conclusiones, los niños varones sufren un mayor número de lesiones no intencionadas que las niñas, en una relación de 60% frente a 40%. “Este dato va en línea con los resultados de otros estudios realizados”, apunta la doctora Francisca Yagüe, pediatra del Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones no intencionadas en la Infancia de la AEP, a la vez que recuerda que otros motivos que hacen a los niños más susceptibles a sufrir lesiones son “vivir en un entorno más desfavorecido, padecer alguna discapacidad sensorial y/o física, o tener un carácter más inquieto y no experimentar el miedo.
El hogar es el lugar donde ocurren el mayor número de estos accidentes, siendo la sala de estar y la habitación los escenarios más frecuentes. “Cabe destacar que en el 39% de las lesiones que tuvieron lugar en casa o en el colegio no había presente ningún adulto”, advierte el doctor Marañón. En este punto, la doctora Yagüe insiste en que “los padres o cuidadores no deben descuidar la vigilancia de los menores, además de asegurarse de que todas las instalaciones y materiales que rodean a los niños sean lo más seguros posible. Se debe comprobar que los muebles están sujetos a la pared, y en ningún caso cerca de una ventana de forma que puedan servir de escalera; los cajones, armarios y ventanas deben disponer de los cierres de seguridad adecuados; igualmente se aconseja cambiar a los bebés a la altura del suelo. Hay que tener en cuenta que el peligro está en cualquier sitio”.
Aunque por edades no hay grandes diferencias, según indica el doctor Marañón, “sí se observa un ligero aumento en los pequeños de entre 1 y 3 años, probablemente porque es cuando comienzan a caminar, y entre los de 10 y 12 años, por ser los que adoptan una actitud de mayor riesgo”. Otros datos que se desprenden de este estudio revelan que los viernes por la tarde es el momento de la semana cuando mayor número de lesiones se producen, si bien es el sábado el día de mayor asistencia a los servicios de urgencias. Asimismo, primavera es la estación de mayor incidencia, seguida de otoño, invierno y verano.
Lesiones no intencionadas mortales
Aunque sean las más frecuentes, las caídas no suelen ser las lesiones no intencionadas más graves que se atienden en urgencias en cuanto a que habitualmente no requieren ingresos, intervenciones quirúrgicas o Cuidados Intensivos, si bien generan un gasto sanitario importante debido a “la realización de radiografías en un porcentaje muy alto. La mayoría de los traumatismos son de extremidades, tanto superiores, como inferiores, o traumatismo craneoencefálico”, concreta Rafael Marañón.
Los accidentes de tráfico, los ahogamientos, las quemaduras, las caídas y las intoxicaciones son, por este orden, las lesiones no intencionadas que provocan mayor mortalidad en la edad infantil. “En los últimos años ha disminuido la mortalidad por accidentes de tráfico, gracias en parte a la obligatoriedad del uso de sistemas de retención infantil homologados, aunque no podemos bajar la guardia”, añade la doctora Yagüe.
Además esta experta ha advertido que se ha observado un aumento “en el número de intoxicaciones infantiles por las medicaciones que usan los adultos que cuidan de los niños (especialmente psicofármacos). En los entornos donde hay niños, las medicinas deben estar fuera de su alcance”. Igualmente, llama la atención sobre los productos del hogar, el segundo motivo de envenenamiento infantil, y aconseja “ponerlos en muebles altos, usar siempre el tapón de seguridad y no cambiar nunca el envase original para evitar confusiones”.
Respecto a los ahogamientos, el profesor Antonio Jurado, presidente del Comité Científico de Congresos de la AEP, recuerda que en España “son la segunda causa de mortalidad accidental en menores de 14 años, y por desgracia cada año tenemos que lamentar varias muertes”. Por ello, y ante la llegada del calor, llama a la prudencia y a la vigilancia de los niños no solo en la playa sino en las piscinas, “donde se producen el mayor número de ahogamientos en menores de 5 años”. Añade también que para los niños más pequeños “un cubo, una bañera, una piscina portátil o cualquier recipiente con 2 cm de agua puede ser una trampa mortal”.
Extremar las precauciones: educación y supervisión
Antes estos datos, los pediatras insisten en que aunque lo más importante es la supervisión continua, es preciso hacer uso de las medidas de prevención, llevándolas incluso al extremo. Con el objetivo de ayudar a los padres y cuidadores de los niños a prevenir estos accidentes, recientemente el Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones no Intencionadas de la Infancia ha publicado la “Guía para padres sobre la prevención de lesiones no intencionadas en la edad infantil” (descargar). En esta guía se ofrecen recomendaciones necesarias según los diferentes entornos y edades.
“La prevención de estas lesiones es un papel de toda la sociedad, de las familias, de los padres, de los educadores…, pero también de las autoridades y de los legisladores”, señala esta experta de la AEP. A pesar de que en España disponemos de bastantes medidas de prevención, estas no solo son insuficientes, sino que siguen sin cumplirse. “Un dato que nos ha llamado la atención del estudio es que, en el caso de los accidentes de bicicleta, el 68% de los niños no llevaban casco, un porcentaje que ha disminuido muy poco a pesar de la introducción de la norma. Y es que un estudio de 2014, anterior a esta norma, situaba en un 77% el porcentaje de niños que no usaba casco”, concluye el doctor Rafael Marañón.
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