Nota de Prensa sobre la Problemática del sobrepeso y obesidad
La diabetes tipo 2 y la hipertensión arterial son patologías de adultos que cada se ven con más frecuencia en los menores
ESPAÑA SE SITÚA A LA CABEZA DE EUROPA EN OBESIDAD INFANTIL
- España registra una tasa media de obesidad superior al 12% y un 25% de sobrepeso.
- Además de los factores ambientales, se estudia si la predisposición genética puede influir en el desarrollo de la obesidad.
- Los pediatras advierten de los riesgos de las dietas sin control entre los niños.
Valladolid, 16 de junio de 2011. España posee el dudoso honor de ser el país europeo con un mayor índice de obesidad (12%) y sobrepeso (25%) en jóvenes y adolescentes, lo que está haciendo que patologías hasta ahora típicas de adultos comiencen a aparecer en los jóvenes. Son el caso de la diabetes tipo 2, el aumento de triglicéridos y disminución del colesterol HDL, así como la hipertensión arterial.
Las razones principales de este incremento, según el doctor Jaime Dalmau, coordinador del Comité de Nutrición de la AEP, se encuentran en el “cada vez más elevado nivel de sedentarismo, la alta ingesta de calorías procedentes de grasas y proteínas y el bajo consumo de frutas y verduras”. Pero más allá de los factores ambientales, se está investigando si la predisposición genética puede influir en el desarrollo de la obesidad, “puesto que los países del norte de Europa presentan una rutina de ejercicio y dieta semejante a la española, así como unos programas preventivos similares, pero sus porcentajes de niños obesos son ligeramente inferiores”, apunta.
A juicio del doctor Dalmau, la obesidad constituye una enfermedad crónica, que una vez instaurada, resulta difícil de controlar sin la adopción de medidas concretas. Por ello, desde el Comité de Nutrición de la AEP se insiste en la detección precoz y en la importancia del seguimiento del niño-adolescente. No obstante, esta tarea no siempre es factible. Según el doctor Dalmau, el principal escollo está “en el limitado tiempo de consulta por paciente. El control adecuado del niño con sobrepeso u obesidad requiere aumentar el número de visitas, algo que ni es viable actualmente ni está contemplado en los programas de salud más allá de los dos años. La mayoría de las comunidades autónomas disminuye el número de visitas a partir de los tres años para el control del niño sano, por lo que es más difícil detectar precozmente el sobrepeso”.
Por este motivo, el entorno escolar y familiar debe asumir un papel prioritario aunque, según los pediatras, son precisamente estos dos núcleos los que más han influido en las actuales conductas alimentarias de los menores. “La mayor parte de los problemas de sobrepeso en los niños procede de unos malos hábitos alimentarios que inculcan los padres”, asegura el doctor Antonio Jurado, presidente del Comité Organizado del Congreso. Y es que a veces el estrés y las prisas llevan a los padres a recurrir a la comida rápida y a la bollería industrial como parte de la dieta diaria de sus hijos, lo que poco a poco tiende a convertirse en una rutina alimenticia de la que es complicado salir. Para el doctor Jurado, “los padres deben ser los primeros en instaurar unos hábitos saludables, cambiando el tradicional bocadillo, en ocasiones hiperprotéico e hipercalórico, por una pieza de fruta o un producto lácteo”.
En ocasiones, tan sólo con un pequeño cambio se pueden lograr resultados óptimos. “Eliminar el picoteo no nutricional (bollería, chucherías, frutos secos, etcétera) y aumentar el ejercicio físico son los primeros pasos para prevenir la obesidad”, subraya el doctor Dalmau.
La moda de las dietas
En el otro extremo de las conductas nutricionales actuales se encuentra la adherencia a dietas no controladas, una moda muy extendida sobre todo entre las niñas. “Los estudios indican que cada vez hay un mayor porcentaje de adolescentes que no están de acuerdo con su peso y que recurren a dietas que encuentran en las revistas o que les recomienda alguna amiga. Dietas sin rigor científico que provocan un desequilibrio dietético: se saltan comidas para después saciar el hambre abusando de alimentos calóricos como la comida rápida y la bollería industrial”, destaca el coordinador del Comité de Nutrición.
Por ello, los pediatras advierten de los riesgos de las dieta a niños que aún debe seguir creciendo. “La principal diferencia entre el tratamiento de la obesidad en un adulto y un niño es que éste último se encuentra en pleno crecimiento y no debe limitar la ingesta de alimentos, sino aumentar el gasto calórico”, señala el doctor Dalmau.
Las bondades del ejercicio
Una buena dieta debe ir acompañada por el ejercicio físico, fundamental en todas las etapas de la vida pero clave en la etapa del crecimiento del niño. El profesor Julio Ardura, presidente del Congreso, considera que existen muchos mitos relativos al ejercicio físico: “No hace falta ir al gimnasio, sino que con pequeños gestos como ir andando al colegio o subir las escaleras se está ejercitando el cuerpo”. El Congreso ha reservado un espacio para un evento deportivo que tendrá lugar el sábado por la mañana (10:00 a 12:00). Dirigido a niños, se organizarán competiciones de balonmano y baloncesto.
* Más información. Gabinete de prensa AEP.
Teresa Obregón / Marina Tocón
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