Nota de Prensa Aniversario de la Convencion de Derechos del Niño
El 20 de noviembre se celebra el Día Universal del Niño
LA AEP RECUERDA LA IMPORTANCIA DE QUE LA CRISIS NO REDUZCA LAS POSIBILIDADES DE DESARROLLO DE NIÑOS Y ADOLESCENTES
Garantizar la educación y la sanidad es básico para el cumplimiento de los derechos infantiles.
Gobiernos y autoridades deben realizar todos los esfuerzos necesarios para que los derechos de los menores se cumplan.
Una de las tareas de los pediatras es denunciar aquellas situaciones en las que identifiquen que se está produciendo cualquier vulneración de los derechos de los niños y adolescentes.
Madrid, 20 de noviembre de 2013. El 20 de noviembre marca la fecha en que la Asamblea de las Naciones Unidas aprobó la Declaración de los Derechos del Niño en el año 1959 y 30 años después, en 1989, se ratificaba la Convención Sobre los Derechos del Niño. En ella se reconocen los derechos infantiles, pero también, por primera vez en una ley internacional, se reconoce a la niña o al niño como sujetos de derecho, como personas capaces de aportar a la sociedad y defender sus derechos y no sólo como objeto de protección.
Esta fecha determinante en el reconocimiento de los derechos de los más pequeños es también la elegida para conmemorar el Día Universal del Niño y, por ello, la Asociación Española de Pediatría (AEP) quiere recordar a las autoridades y a la población que “a pesar de la crisis y de los problemas socio-económicos hemos de tratar a los niños, niñas y adolescentes de nuestro país y de todo el mundo de acuerdo con lo que se comprometió en la Convención”, indica la Dra. Isolina Riaño, coordinadora del Grupo de Cooperación Internacional de la AEP.
Y es que, aunque todos los seres humanos tenemos derechos, los niños, niñas y adolescentes tienen más probabilidades de que los suyos sean ignorados debido a su edad y a la dificultad que puedan tener para defenderlos. Por ello, tal y como explica la Dra. Riaño, “gobiernos y autoridades deben de hacer todos los esfuerzos para que los derechos de los menores se cumplan. Y nuestra tarea como pediatras es recordárselo, así como denunciar situaciones de vulneración de derechos”.
En el caso concreto de España, según la Dra. Maite de Aranzábal, coordinadora del Grupo de Cooperación Internacional de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap), “en el contexto de crisis actual se está restringiendo el aporte económico del gobierno y la educación y la sanidad se están viendo afectadas cuando, precisamente estas son dos de las cuestiones que consideramos “intocables” para garantizar el cumplimiento de todos los derechos infantiles. Por ello, no podemos dejar que en nuestro país esto vaya a más y que haya diferencias y falta de cumplimiento en los derechos de los niños, ni que mermen las posibilidades de desarrollo de los menores”.
Desigualdad a nivel mundial
En la actualidad la situación sanitaria mundial sigue siendo un ejemplo claro de injusticia en los derechos infantiles. “Prueba de ello son las más de 19.000 muertes diarias de niños a nivel mundial por causas evitables (falta de alimentos, enfermedades prevenibles, higiene, etc.), algo que el Grupo de Cooperación de la AEP quiere contribuir a visibilizar”, señala la Dra. de Aranzábal.
Para conocer el nivel de desigualdad en sus derechos que algunos niños sufren en la actualidad, la Dra. de Aranzábal plantea dos vidas bien distintas. “La esperanza de vida de Lucía, una niña nacida hoy en España es de unos 83 años, la de Nuru, nacida en el mismo momento, por ejemplo, en Sierra Leona, es de 36 años. Lucía recibirá vacunas y una nutrición adecuada. Incluso es más que probable que padezca obesidad. Se duchará cada día con agua corriente. A lo largo de su vida, las enfermedades agudas o crónicas que pueda tener serán atendidas por un sistema de salud de alta calidad y su gasto sanitario medio alcanzará los 1.607 dólares al año, cifra que podrá aumentarse mucho más si es necesario. Si todo va bien podrá estudiar e incluso tener trabajo remunerado para poder vivir”, relata la Dra. de Aranzábal.
“Mientras tanto –continúa- Nuru tendrá probablemente un peso inferior al normal durante toda la niñez, tendrá escasas probabilidades de recibir vacunas y muchas de morir antes de los 5 años por causas que en un país desarrollado no le matarían. Si enfermara, sólo podría gastar unos 26 dólares al año en cuidados médicos. Y si sobreviviera a estos primeros años su vida no sería mucho mejor: cuidar de sus hermanos, no poder ir a la escuela, trabajar en el campo, ir a buscar agua a un pozo a kilómetros de su casa, casarse muy joven y ser madre de varios niños pronto o, quizá, emigrar y ser discriminada por su raza, color, religión o falta de medios”.
A la vista de estas dos realidades el Grupo de Cooperación Internacional de la AEP anima a “todos los gobiernos y organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud o el Banco Mundial a que apoyen incondicionalmente y exijan el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos de los niños, pues es la única forma de asegurar el compromiso y la inversión de tiempo y dinero de todos los países”.
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