Manejo pediátrico en atención primaria de COVID-19
Fecha de revisión: 18 - 11 - 2020
La publicación de este documento sigue las mismas directrices que las indicadas en el documento técnico Manejo en atención primaria de pacientes con COVID-19, versión de 28 de febrero de 2020, coordinado por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación y, con la participación de diferentes sociedades científicas sanitarias, realizado para población adulta, incorporando aquellas particularidades inherentes a la atención de la población infantil.
Como se recoge en el documento citado, los centros de salud y en concreto las consultas de pediatría de atención primaria (AP) pueden ser las puertas de entrada de nuevos casos de COVID-19 (se denominan así todas las posibles manifestaciones respiratorias ocasionadas por la infección por SARS-CoV-2).
Atendiendo, por un lado, a las características de la población infantil, muy demandante de atención médica en esta época del año y siendo la patología respiratoria una de las causas más frecuentes, y por otro a las características de la COVID-19 en niños, consideramos de suma importancia la elaboración de este documento.
Los niños son población susceptible de infectarse, aunque según datos recientes, publicados en línea el 24 de febrero de 2020, de 72.314 casos confirmados por el Centro Chino para el control y la prevención de enfermedades, solo el 1% tenían entre 10 y 19 años y el 1% menos de 10 años.
Según los datos disponibles hasta la fecha, los niños con COVID-19 tienen buen pronóstico, y en casos leves se recuperan en 1-2 semanas después del inicio de la enfermedad. No se han reportado casos graves ni fallecimientos en niños. En Wuhan, hasta el 22 de enero todos los casos graves tenían 15 o más años.
La mayoría de los casos confirmados fueron secundarios a su exposición a contactos familiares. Sin embargo, se puede producir el contagio de niños a adultos, como se ha reflejado en una serie de casos pediátricos en China. Por otro lado, se ha visto que la eliminación del virus en las secreciones respiratorias y en las heces es más prolongada en los niños con síntomas leves que en los adultos, hecho que ocasiona un gran desafío para el control de la infección.
Por lo tanto, los niños deben de participar en las acciones preventivas habituales para la contención y expansión de la infección y la protección de los profesionales sanitarios es crucial en la valoración y exploración de los niños con infecciones respiratorias .