La AEP recuerda que los antibióticos no tienen efecto analgésico y son solo efectivos frente a infecciones bacterianas
Con motivo del Día Europeo del Uso Prudente de antibióticos, que se celebra cada 18 de noviembre, la Asociación Española de Pediatría (AEP) quiere llamar la atención en torno al mal uso que esta haciendo de estos fármacos desde la edad pediátrica. También quiere subrayar que estos medicamentos son sólo efectivos frente a infecciones bacterianas. Para insistir en esta idea, la AEP ha publicado en su web EnFamilia un especial con varios artículos sobre las infecciones más frecuentes y cómo debe ser el uso de antibióticos.
Ante esta situación, la AEP recuerda que:
1.- Los virus, causantes de más del 90% de las infecciones durante los primeros años de vida, NO se tratan con antibióticos. A pesar de ello, se estima que un niño español menor de 3 años ya ha recibido durante su corta vida entre 2 y 3 ciclos de antibióticos.
Como las enfermedades víricas son evolutivas, se recomienda esperar un tiempo prudencial para observar la evolución de las patologías y tener un diagnóstico certero antes de valorar la administración de un antibiótico. La duración indicativa de los síntomas para las enfermedades invernales más frecuentes son:
- Infección de oídos: hasta 4 días
- Dolor de garganta: hasta 1 semana
- Resfriado común: hasta 1 semana y media
- Gripe: hasta 2 semanas
- Congestión nasal: hasta 1 semana y media
- Infección sinusal: hasta 2 semanas y media
- Tos: hasta 3 semanas
**Si los síntomas persisten o ante cualquier duda, es importante consultar al pediatra.
2.- Los antibióticos no tienen efectos analgésicos, es decir, no alivian el dolor de cabeza, nariz, oídos o garganta, no quitan la tos, no curan un resfriado y no quitan la fiebre.
3. En población infantil, los antibióticos han de ser administrados solo y exclusivamente bajo la prescripción del pediatra. El uso indebido y/o el abuso de antibióticos provocan el desarrollo de resistencias a los mismos por parte de los microorganismos, de tal forma que en próxima ocasiones no servirán para curar.
Es necesario apelar a la responsabilidad de los profesionales de la salud para utilizarlos adecuadamente, basándose en la evidencia científica actual. Asimismo, es necesaria la colaboración de los padres, quienes deben confiar en su pediatra.
4.- Los padres o tutores, bajo ningún concepto, han de automedicar al menor utilizando antibióticos “sobrantes” de tratamientos anteriores.
5.- Cuando el pediatra prescribe un antibiótico, este debe tomarse en las dosis, pautas y durante el tiempo recomendado por el pediatra, sin suspender los antibióticos aunque desaparezcan los síntomas de la enfermedad, salvo por indicación médica.
La web EnFamilia de la AEP explica a los padres en un recopilatorio especial de artículos cuándo y por qué han de usarse los antibióticos:
- Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos
- Infecciones de la garganta: no todas se han de tratar con antibióticos
- Neumonía en los niños y tratamiento con antibióticos
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