La pentamidina es un agente de riesgo ocupacional debe manipularse en cabina de flujo laminar vertical.
Pentamidina nebulizada:
- La seguridad y eficacia de pentamidina aerosol en niños no han sido establecidas. No obstante, la mayoría de los expertos consideran que su administración puede ser considerada en niños capaces de usar de forma efectiva un nebulizador.
- La inhalación de pentamidina puede ocasionar tos y broncoespasmo, sobro todo en pacientes con asma. Si esta reacción sucede debe administrarse conjuntamente un broncodilatador durante la nebulización. En sucesivas ocasiones puede ser necesario administrar el broncodilatador antes de la nebulización de pentamidina.
Pentamidina inyectable:
Antes, durante, y después del tratamiento, se deben realizar los siguientes controles:
- Diariamente: hemograma, creatinina, BUN, urea, iones en sangre, urianálisis.
- Semanalmente: perfil hepático (GOT/GPT/BRB/FA), calcemia
- Glucemia en ayunas: diariamente y varios meses después del tratamiento (se han detectado casos de hiperglucemia y diabetes mellitus varios meses después de finalizado el tratamiento).
- Ecocardiograma: regularmente. Si QTc excede 550 ms se debe considerar un tratamiento alternativo.
La pentamidina puede prolongar el intervalo QT, y se han notificado arritmias graves incluida la torsades de pointes.
Se han comunicado casos de muerte en pacientes tratados con pentamidina por situaciones graves de hipotensión, hipoglucemia, pancreatitis aguda y arritmias cardiacas. Estos casos se han descrito sobre todo en administración intravenosa, y en menor frecuencia en administración intramuscular. Por ello deben extremarse las precauciones si ocurren estas circunstancias, así como en personas con enfermedad coronaria, antecedente de arritmias, fármacos que prolongan el QT, hiper- o hipotensión, insuficiencia hepática o renal, hiperglucemia, hipocalemia o hipomagnesemia, diabetes mellitus, leucopenia, trombopenia y anemia.
La hipotensión severa súbita puede aparecen tras una única dosis de pentamidina intramuscular o intravenosa. Por ello se debe monitorizar regularmente la tensión arterial durante la administración del fármaco, y el paciente debe estar en decúbito supino.
La extravasación en el lugar de inyección puede producir necrosis tisular y descamación de la piel.
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