Existen efectos muy raros (<1/10 000): signos de absorción sistémica que se presentan rara vez, pero son severos y precisan atención médica: aumento de la irritación ocular, mareos, dolor de cabeza, aumento de la sudoración, náuseas, nerviosismo, debilidad, palpitaciones, hiper- o hipotensión.
Poco frecuentes (≥1/1,000 a <1/100): visión borrosa, dilatación de las pupilas, escozor, quemazón, reacciones de tipo hepático y conjuntivitis. Efectos que habitualmente no necesitan atención médica. Pueden desaparecer durante el tratamiento, a medida que el cuerpo se adapta.
En tratamientos prolongados o dosis elevadas: irritación ocular (congestión de rebote).
Dadas la vía de administración y la forma farmacéutica de este medicamento, es muy improbable la posibilidad de intoxicación por sobre dosificación. En caso de intoxicación accidental, los síntomas de sobredosis corresponden a una intensificación de los efectos adversos descritos, tales como: disminución de la temperatura corporal, somnolencia, latidos cardiacos lentos, debilidad aguda, hipotensión.
En caso sobredosis o ingestión accidental, especialmente en niños pequeños, pueden aparecer signos de afectación del sistema nervioso central (SNC) tales como sedación acusada, depresión del SNC, marcada reducción de la temperatura corporal y coma.
Tras la ingestión, especialmente por niños, pueden presentarse síntomas como náuseas, vómitos, letargo, taquicardia, dificultad respiratoria, bradicardia, hipotensión, hipertensión, sedación, midriasis, estupor, hipotermia, babeo, y coma.
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