La absorción sistémica después de su aplicación oftálmica es muy escasa; las concentraciones plasmáticas son menores a 0,3 ng/ml.
Sin datos específicos en niños. Se describen los frecuentes (1-10%), muy frecuentes (>10%) y/o de relevancia clínica en la población adulta. Para el resto, consultar la ficha técnica.
En 13 estudios clínicos, un 7% de los pacientes experimentaron una reacción adversa; sin embargo, solo un 1% de ellos interrumpieron el tratamiento. Las reacciones adversas más frecuentes fueron dolor ocular y prurito ocular, que ocurrieron en el 1-2% de los pacientes.
Otros: dolor de cabeza, dolor ocular, irritación ocular, visión borrosa, prurito ocular, ojo seco, manchas corneales e hiperemia conjuntival.
Sobredosis:
No hay datos disponibles. Una ingestión de gran cantidad puede tener efectos sedantes e incrementar el intervalo QT, por lo que debe instaurarse una monitorización.
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