Tienden a desaparecer en 1 o 2 semanas de forma espontánea, siendo su intensidad dosodependiente. Consultar ficha técnica para una información más detallada.
Muy frecuentes: alteraciones del comportamiento, inquietud, temblor y dolor de cabeza.
Frecuentes: alteraciones del sueño, palpitaciones y calambres musculares.
La sobredosis puede dar lugar a niveles altos de terbutalina y, en consecuencia, a la aparición de: cefalea, ansiedad, temblor, náuseas, calambres musculares tónicos, palpitaciones, taquicardia y arritmias cardiacas. En algunas ocasiones puede producir una inhibición de la colinesterasa plasmática, un descenso de la presión arterial, hipocalemia, hiperglucemia y lactoacidosis.
Normalmente la sobredosis de bambuterol no requiere tratamiento. En casos particularmente graves se debería considerar la utilización de lavado gástrico y carbón activado, determinar el equilibrio ácido-base, la glucemia y los electrolitos, monitorizar la frecuencia y el ritmo cardiacos y también la presión sanguínea. El antídoto más indicado para las arritmias cardiacas hemodinámicamente significativas es un betabloqueante cardioselectivo, pero los betabloqueantes deberán emplearse con precaución en pacientes con antecedentes de broncoespasmo. Si la disminución de la resistencia vascular periférica mediada por la actividad beta 2 contribuye de forma significativa a una caída de la presión sanguínea, deberá administrarse un expansor del volumen.
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