Nueva era del Bullying: Ciberacoso
A pesar de los beneficios infinitos de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, no podemos olvidar los riesgos que las TIC presentan a la infancia. El ciberacoso o acoso en línea es uno de ellos. El Centro de Investigación de Ciberacoso de Estados Unidos lo define como un daño intencionado y repetido perpetrado a través de ordenadores, teléfonos móviles y otros aparatos electrónicos. Esto incluye amenazas, intimidación u hostigamiento a través de emails, chats, mensajes de texto y páginas web. También abarca acciones como la difamación, exclusión o rechazo de compañeros, suplantación de identidades, publicación no autorizada de información o imágenes privadas y manipulación. El ciberacoso puede tener connotaciones sexuales a través del insultos con elevada carga sexual o de la distribución de fotos y vídeos de sexualidad explícita con el fin de avergonzar o causar angustia emocional a la víctima.
Si bien el ciberacoso puede manifestarse aisladamente, muchas de sus víctimas también han sufrido acoso tradicional, de manera directa y no en línea. El ciberacoso puede darse entre amigos y compañeros, así como en el contexto de relaciones amorosas entre adolescentes, pudiendo estar en ambos casos solapado. En cualquier caso, se ha descubierto que la mayor parte de los perpetradores son niños y niñas. Por último, un rasgo único de esta modalidad de acoso es que su perpetrador permanece en el anonimato.