Nos ha dejado Ana Martínez Rubio
Nos ha dejado Ana Martínez Rubio, pediatra y amiga, que ha marcado una huella imborrable en todos los que hemos tenido la fortuna de compartir con ella las actividades del Comité de LM, del que formó parte durante siete años (2002-2009).
Ha sido una mujer comprometida con la mejora de la salud infantil, en lo que no ha escatimado esfuerzos desde los numerosos puestos de responsabilidad que ha asumido, como la presidencia de la Asociación Andaluza de Pediatría de Atención Primaria, vocal de la Junta Directiva de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, coordinadora del grupo Previndad y responsable en la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía de la puesta en marcha del Plan Integral de Obesidad Infantil en Andalucía.
También ha dedicado mucho tiempo de su actividad profesional a la publicación de artículos de divulgación dirigidos a padres sobre diversos temas de salud infantil, a través de FAMIPED y familiaysalud.
En nuestro Comité de LM de la AEP, entre otros proyectos, participó muy activamente en la edición de la Guía de Lactancia Materna para Profesionales, en Cursos y Congresos y otras numerosas actividades de promoción de la lactancia materna, demostrando, como en muchas otras facetas de su prolífica actividad como pediatra de Atención Primaria, una gran profesionalidad, generosidad y entusiasmo.
En los últimos meses ha recibido el merecido reconocimiento a su labor profesional, muestra de ello es el nombramiento de Socia de Honor de la AEP e Hija Predilecta de la Villa de Bornos (Cádiz) donde se le ha puesto su nombre al Centro de Salud. En el Colegio de Médicos de Sevilla se le rindió el pasado mes de abril un merecido homenaje promovido por grupos de apoyo a la lactancia (La Liga de la Leche de Sevilla) y compañeros, en el que se le entregó un libro escrito para agradecer su labor en la promoción de la lactancia materna, titulado “Gracias Ana”.
Ha sido una persona excepcional, muy dinámica, honesta y sensible y una gran comunicadora. Ana, nos has dejado un gran legado. Te recordaremos siempre.
Marta Díaz Gómez
Coordinadora del Comité de Lactancia Materna de la AEP
La casualidad o el destino, hicieron que coincidiera con Ana Martínez Rubio haciendo la residencia de pediatría en Valladolid. La casualidad o el destino, también habían previsto que el padre de Ana tuviera un accidentado final prematuro con dos consecuencias importantes que marcaron la personalidad de Ana. Por un lado debió de compartir el papel de “cuidadora” de varios hermanos pequeños. Por otro, un gran amigo de su padre, el Profesor Sánchez Villares asumió su tutela formativa en el mundo de la pediatría, compartiendo con ella, muchas tardes de su reputada consulta. Estos azares del destino sentaron los cimientos de la personalidad de Ana, incorporando a sus grandes conocimientos científicos la humanidad y el exquisito trato personal aprendidos de Don Ernesto, junto a las vivencias del papel de cuidadora en su propia familia. Pero los caprichos de la casualidad o del destino no habían previsto una vida fácil para Ana. Recién terminada la residencia de pediatría, la casualidad o el destino, hicieron que el novio con el que ya hacía serios planes de futuro, sufriera un trágico accidente de gravísimas consecuencias que truncaban sus proyectos. Durante una etapa posterior, muy agitada para Ana, en la que nuestro contacto se atenuó, vendrían una nueva relación, su maternidad en Noruega y finalmente el regreso a España y la reconducción de su vida personal y profesional en Andalucía.
La casualidad o el destino, hicieron que volviéramos a coincidir en Sevilla, en la organización del II Congreso Español de Lactancia en 2002. El tiempo y las experiencias habían forjado una pediatra excepcional con un gran bagaje humanitario al que incorporó grandes aportaciones del conocimiento del desarrollo psicoafectivo de los lactantes y niños. Resultó muy fácil convencerla para que se incorporara al Comité de Lactancia de la AEP que en aquella época coordinaba yo. Ella fue pionera y contribuyó en gran medida a la puesta en valor de las relaciones de vínculo y de apego entre las madres y sus recién nacidos ya desde los primeros días de vida. Trabajadora infatigable, hizo excelentes aportaciones a las actividades del Comité, resultando decisiva su colaboración en la primera edición de la Guía de Lactancia Materna para Profesionales, publicada como monografía de la Asociación Española de Pediatría y que fue en su momento la monografía más descargada de la página web de la AEP.
La casualidad o el destino, hicieron que nuestros caminos volvieran a distanciarse tras la finalización de mi etapa de coordinador del Comité de Lactancia y la desvinculación de Ana de este Comité, perdiendo parte de la relación directa. No por ello perdí la pista de su excelente lucha por la mejora de la salud de los niños que la casualidad o el destino le habían encomendado cuidar y que con tanto entusiasmo había asumido.
Todos los reconocimientos que recibió en la última etapa de su vida son un justo premio a una vida difícil marcada por momentos muy complicados que Ana remontó con un encomiable talante positivo, un meticuloso cumplimiento de sus compromisos familiares y profesionales y una impagable vocación altruista social. Ana Martínez Rubio, merece quedar en el recuerdo del mundo de la Pediatría española, del mundo de la Lactancia Materna y del mundo de las personas de buena fe que creen en la bondad y en la generosidad de los humanos. Su ausencia es de las que duele, de las que deja huella. Muchas gracias por compartir con nosotros una parte de tu vida, Ana. Un beso muy fuerte y descansa en paz.
Jesús Martín-Calama
Fundador del Comité de Lactancia Materna de la AEP