Inducción de la anestesia general: para la inducción de la anestesia, debe administrarse lentamente hasta que aparezcan signos clínicos que muestren la aparición de la anestesia. La dosis debe ajustarse según la edad o el peso corporal. La mayoría de los pacientes mayores de 8 años de edad necesitan aproximadamente 2,5 mg/kg de peso corporal de propofol 10 mg/ml para la inducción de la anestesia. Niños de edades inferiores, especialmente entre 1 mes y 3 años de edad, pueden requerir dosis mayores (2,5-4 mg/kg de peso corporal). Se recomiendan dosis más bajas para pacientes grado ASA III Y IV.
Mantenimiento de la anestesia: se puede mantener la anestesia administrando el propofol mediante perfusión o por inyección en bolos repetidos (concentración recomendada 1%) para mantener la profundidad requerida de la anestesia. La tasa de administración requerida varía considerablemente entre pacientes, pero habitualmente tasas de 9 a 15 mg/kg/h obtienen una anestesia satisfactoria. Generalmente durante la primera media hora tras la inducción los requerimientos son más altos en las horas posteriores.
Sedación en cuidados intensivos: pese a su contraindicación en pacientes menores de 16 años, se ha empleado a dosis de 1-4 mg/kg/h, con una duración recomendada que no debe superar las 24 h, aunque hay experiencia de infusiones de varios días de duración, que no han reflejado la aparición de efectos adversos graves (consultar para más información el apartado de efectos secundarios, así como la bibliografía). Se han llegado a utilizar dosis de hasta 6 mg/kg/h, pero dosis por encima de 4 están asociadas a la aparición de síndromes infusionales. También se han empleado bolos repetidos de 0,5 mg/kg cada 3-5 minutos.
Sedación superficial para intervenciones quirúrgicas y técnicas diagnósticas: la dosis y velocidad de administración deben ajustarse de acuerdo con la profundidad requerida de la sedación y la respuesta clínica. La mayoría de los pacientes pediátricos requieren de 1-2 mg/kg de peso corporal de propofol (10 mg/ml) para el inicio de la sedación. El mantenimiento de la sedación se consigue ajustando la perfusión de propofol hasta alcanzar la profundidad de sedación requerida. La mayoría de los pacientes requieren de 1.5-9 mg/kg/h de propofol (10 mg/ml). Si fuera necesario un aumento rápido de la profundidad de la sedación, la perfusión puede ser complementada mediante la administración en bolos de hasta 1 mg/kg de peso corporal. Pacientes grado ASA III y IV pueden requerir dosis menores.
De igual forma que en la administración de otras emulsiones lipídicas, una perfusión única de propofol no debe exceder las 12 horas. Al final de ese tiempo, la emulsión sobrante, así como la línea, deben ser desechadas.
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