Cualquiera de las reacciones adversas notificadas tras el uso sistémico de corticoides, incluyendo la supresión suprarrenal, puede ocurrir también con corticoides de uso tópico, en particular en niños y bebés. Los pacientes pediátricos son más susceptibles a padecer toxicidad sistémica a las mismas dosis debido a una mayor relación entre la superficie de la piel y el peso corporal. Los niños deberán recibir la mínima cantidad de glucocorticoides necesaria para alcanzar eficacia.
Se debe utilizar con precaución en niños de más de 2 años, si bien su eficacia y seguridad no se ha establecido para tratamientos de más de 3 semanas. Como en niños menores de 2 años no se ha establecido la eficacia y seguridad de mometasona tópica, no se recomienda su uso en ese rango de edad.
Los corticoides se deben usar en la menor dosis posible y solo durante los tiempos absolutamente necesarios. No aplicar mometasona crema en los párpados, en los ojos, ni en la piel erosionada.
El uso de esteroides tópicos en el tratamiento de la psoriasis puede suponer un riesgo por diversas razones, que incluyen recaídas por efecto rebote tras el desarrollo de tolerancia, riesgo de psoriasis pustular centralizada y desarrollo de toxicidad local o sistémica debido al deterioro de la función como barrera que desempeña la piel. Si se utilizara en el tratamiento de la psoriasis, es importante realizar una cuidadosa supervisión del paciente.
Al igual que con el resto de los glucocorticoides tópicos potentes, debe evitarse la interrupción repentina del tratamiento ya que se puede desarrollar un efecto de rebote que se manifiesta por una dermatitis con enrojecimiento intenso, picor y quemazón.
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