Infecciones:
Antes de iniciar el tratamiento, se debe realizar un cribaje para la detección de posibles infecciones activa e inactiva, incluyendo la tuberculosis, así como las infecciones fúngicas en aquellos pacientes provenientes de áreas endémicas.
Dado que la eliminación de golimumab puede llevar hasta 5 meses, se debe continuar el control a lo largo de este periodo.
Si un paciente desarrolla una infección grave o sepsis se debe suspender el tratamiento con golimumab hasta que la infección esté controlada.
Se debe tener precaución cuando se considere la utilización de golimumab en pacientes con infección crónica o antecedentes de infección recurrente.
Tuberculosis:
Se han notificado casos de tuberculosis en pacientes que recibieron golimumab. Se ha observado que en la mayoría de estos casos la tuberculosis fue extrapulmonar, y se presentó como enfermedad local o diseminada. En caso de tuberculosis activa, no se debe iniciar el tratamiento con golimumab.
Si se sospecha de tuberculosis latente, se debe consultar a un médico con experiencia en el tratamiento de tuberculosis.
Se debe considerar el tratamiento frente a tuberculosis antes de iniciar el tratamiento con golimumab en pacientes que presenten varios o importantes factores de riesgo de tuberculosis y una prueba negativa para tuberculosis latente, así como en pacientes con antecedentes de tuberculosis latente o activa en los que no se puede confirmar un curso adecuado de tratamiento.
Se han producido casos de tuberculosis activa en pacientes tratados con golimumab durante y después del tratamiento de tuberculosis latente.
Los pacientes que reciben golimumab se deben controlar de cerca para detectar signos y/o síntomas indicativos de tuberculosis (por ejemplo, tos persistente, debilidad/pérdida de peso, febrícula), incluidos pacientes con prueba negativa para tuberculosis latente, pacientes que están en tratamiento de tuberculosis latente, o pacientes que fueron tratados previamente de infección tuberculosa.
Reactivación del virus de hepatitis B: Se ha producido reactivación de hepatitis B en pacientes que recibieron un antagonista del TNF incluido golimumab, y que son portadores crónicos de este virus. En aquellos pacientes que den positivo a la prueba de infección por VHB, se recomienda la consulta con un médico con experiencia en el tratamiento de hepatitis B.
Neoplasias y trastornos linfoproliferativos:
No se puede excluir el riesgo de desarrollo de linfomas, leucemia u otras neoplasias en pacientes tratados con un agente antagonista del TNF. Se debe tener precaución cuando se considere el tratamiento con antagonistas del TNF en pacientes con antecedentes de neoplasia.
Neoplasias pediátricas:
Durante la poscomercialización se han notificado neoplasias, siendo la más frecuente los linfomas, en niños, adolescentes y adultos jóvenes (hasta 22 años) tratados con antagonistas del TNF. Los otros casos se correspondían con distintas neoplasias incluidas neoplasias raras normalmente asociadas con inmunosupresión.
Linfoma y leucemia:
Durante los ensayos clínicos, la incidencia de linfoma en pacientes tratados con golimumab fue superior a la esperada en la población general. Se han notificado casos de leucemia en pacientes tratados con golimumab. Existe un mayor riesgo basal de linfomas y leucemia en pacientes con artritis reumatoide (con enfermedad inflamatoria de larga duración y de alta actividad), lo que complica la estimación del riesgo.
Linfoma hepatoesplénico de células T:
Durante la poscomercialización se han notificado en raras ocasiones casos de linfoma hepatoesplénico de células T (HSTCL) en pacientes tratados con antagonistas del TNF. Este tipo raro de linfoma de células T, tiene un curso de la enfermedad muy agresivo y habitualmente provoca la muerte. La mayoría de los casos han ocurrido en varones adolescentes y adultos jóvenes, mientras casi todos ellos recibían tratamiento concomitante con azatioprina (AZA) o 6‑mercaptopurina (6‑MP) para la enfermedad inflamatoria intestinal. El riesgo potencial de la combinación de AZA o 6‑MP con golimumab se debe considerar cuidadosamente.
Displasia/carcinoma de colon:
Se desconoce si el tratamiento con golimumab, que además se administra en pacientes con colitis ulcerosa que presentan ya de por sí un riesgo elevado, influye en el riesgo de desarrollar displasia o cáncer de colon.
Cánceres de piel:
Melanoma y carcinoma de células de Merkel.
Insuficiencia cardiaca congestiva (ICC):
Se han comunicado casos de empeoramiento de la insuficiencia cardiaca congestiva (ICC) y de nueva aparición de ICC.
Trastornos neurológicos:
El uso de antagonistas del TNF, incluido golimumab, ha sido asociado con la nueva aparición de casos o exacerbación de enfermedades desmielinizantes del sistema nervioso central, incluida la esclerosis múltiple y enfermedades desmielinizantes periféricas. En pacientes con enfermedades desmielinizantes preexistentes o de reciente aparición, se deben considerar cuidadosamente los beneficios y riesgos del tratamiento con anti‑TNF antes del inicio del tratamiento con golimumab.
Cirugía:
La experiencia sobre la seguridad del tratamiento con golimumab en pacientes sometidos a intervenciones quirúrgicas, es limitada.
Inmunosupresión:
Existe la posibilidad de que los antagonistas del TNF, incluido el golimumab, afecten a las defensas del huésped frente a infecciones y neoplasias.
Procesos autoinmunes:
Si un paciente desarrolla síntomas indicativos de un síndrome tipo lupus después del tratamiento con golimumab y es positivo para anticuerpos anti‑DNA de doble cadena, se debe interrumpir el tratamiento con golimumab.
Reacciones hematológicas:
Se han notificado casos de pancitopenia, leucopenia, neutropenia, agranulocitosis, anemia aplásica y trombocitopenia en pacientes tratados con antagonistas del TNF, incluido golimumab.
Administración concomitante de antagonistas del TNF y anakinra o abatacept:
En la administración concomitante de antagonistas del TNF con anakinra o abatacept se observaron infecciones graves, sin beneficio clínico añadido. No se recomienda la administración conjunta de golimumab con estos fármacos.
Administración concomitante con otros tratamientos biológicos:
No hay información suficiente relativa al uso concomitante de golimumab con otros tratamientos biológicos. Sin embargo, no se recomienda el uso concomitante de golimumab con otros medicamentos biológicos.
Vacunas/agentes infecciosos terapéuticos:
Los pacientes tratados con golimumab pueden recibir simultáneamente vacunas, excepto vacunas de microorganismos vivos.
Reacciones alérgicas:
En la experiencia poscomercialización, se han observado reacciones graves de hipersensibilidad sistémica (que incluye reacción anafiláctica) tras la administración de golimumab. Algunas de estas reacciones se produjeron tras la primera administración de golimumab.
Sensibilidad al látex:
La tapa de la aguja en la pluma precargada o en la jeringa precargada se fabrica a partir de goma seca natural que contiene látex, y puede provocar reacciones alérgicas en personas con sensibilidad al látex.
Insuficiencia renal y hepática:
No se han llevado a cabo ensayos específicos en pacientes con insuficiencia renal o hepática. Golimumab se debe utilizar con precaución en pacientes con insuficiencia hepática.
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