Posología en Pediatría
La dosis y la duración de la terapia de sustitución dependen de la gravedad de la deficiencia de factor IX, de la localización e importancia de la hemorragia y del cuadro clínico del paciente. El número de unidades de factor IX administradas se expresa en Unidades Internacionales (UI). La actividad plasmática de factor IX se expresa como un porcentaje (en relación con el plasma humano normal) o en Unidades Internacionales por decilitro (en relación con un estándar internacional para el factor IX en plasma). La actividad de una UI de factor IX es equivalente a la cantidad de factor IX contenido en un ml de plasma humano normal.
El cálculo de la dosis necesaria de factor IX se basa en la observación empírica de que 1 UI de factor IX por kilogramo de peso corporal incrementa la actividad plasmática de factor IX aproximadamente en un 1% sobre la actividad normal. La dosis requerida se determina mediante la fórmula siguiente:
Unidades requeridas = peso corporal (kg) x aumento deseado de factor IX [% o UI/dl] × 1,0*.
*Recíproco de la recuperación observada.
La posología, el método, así como la frecuencia de administración se establecerán siempre en función de la eficacia clínica observada en cada caso. Los preparados de factor IX raramente requieren que se administren más de una vez al día cuando se administran en bolo.
En los siguientes episodios hemorrágicos, la actividad de factor IX no deberá ser inferior al nivel plasmático de actividad que se indica (en porcentaje del valor normal o UI/dl), durante el período correspondiente:
Inyección intravenosa en bolo |
Tipo de hemorragia/tipo de cirugía | Nivel de factor IX requerido (% o UI/dl) | Frecuencia de dosificación (horas)/Duración de la terapia (días) |
Hemorragias |
Hemartrosis precoz y sangrado muscular u oral | 20-40 | Repetir cada 24 horas. Al menos 1 día, hasta que el episodio hemorrágico manifestado por dolor se detenga o hasta cicatrización de la herida |
Hemartrosis más extensa y hemorragia muscular o hematoma | 30-60 | Repetir la perfusión cada 24 horas durante 3-4 días o más hasta que el dolor y la discapacidad aguda se hayan resuelto |
Hemorragias con riesgo vital | 60-100 | Repetir la perfusión cada 8-24 horas hasta que el riesgo desaparezca |
Hemorragia menor espontánea, profilaxis (por ejemplo, magulladuras, cortes/rasguños, hemorragia articular sin complicaciones) | 15-30 | Dosis de carga de 20-30 UI/kg una vez, y repetir en 24 h si es necesario. Duración: una vez, repetir si es necesario |
Cirugía |
Menor o moderada (por ejemplo, epistaxis, hemorragia orofaríngea, extracciones dentales, hematuria) | 30-60 | Cada 24 horas, al menos 1 día, hasta la cicatrización. Se ha descrito su administración durante 2-7 días |
Mayor (por ejemplo, hemorragias articulares y musculares [especialmente los músculos grandes], hemorragia intracraneal o intraperitoneal), trauma mayor o profilaxis quirúrgica | 80-100 (pre- y posoperatorio) Otras fuentes: desde 25-50 | Ficha técnica: repetir la perfusión cada 8-24 horas, hasta la adecuada cicatrización de la herida, y luego tratamiento durante un mínimo de 7 días más para mantener un nivel de actividad de factor IX de 30 a 60% (UI/dl) |
Perfusión continua en cirugía |
Niveles de factor IX necesarios para alcanzar la hemostasia | 40-100% (o Ul/dl) |
Dosis de carga inicial para conseguir el nivel deseado | Dosis única en bolo de 90 UI por kg p.c. (rango 75-100 UI kg p.c.), o guía de dosificación según farmacocinética |
Frecuencia de dosificación | Perfusión intravenosa continua, dependiendo del aclaramiento y de los niveles de factor IX medidos |
Duración del tratamiento | Durante 5 días. La continuación del tratamiento puede ser necesaria, dependiendo del tipo de cirugía. |
En la profilaxis a largo plazo de las hemorragias en pacientes con hemofilia B grave, las dosis usuales son 20 a 40 UI de factor IX por kilo de peso corporal cada 3 o 4 días. En algunos casos, especialmente en los pacientes más jóvenes, pueden ser necesarias dosis mayores a las calculadas o acortar los intervalos entre administraciones.
Durante el tratamiento, se aconseja realizar un seguimiento apropiado de los niveles plasmáticos de factor IX a fin de determinar la dosis y la frecuencia de las perfusiones. En el caso concreto de la cirugía mayor, es imprescindible un control exacto de la terapia de sustitución mediante pruebas de la coagulación (actividad plasmática de factor IX). La respuesta individual de los pacientes al tratamiento con factor IX puede variar, tanto en los niveles de recuperación in vivo, como en la vida media.
En los pacientes deberá controlarse, el desarrollo de inhibidores del factor IX. Si no se alcanzan los niveles de actividad plasmática de factor IX esperados, o si el sangrado no se controla con la dosis adecuada, deberá realizarse una prueba para determinar la presencia de inhibidores del factor IX. En pacientes con títulos altos de inhibidores, la terapia con factor IX puede ser no efectiva, por lo que deberán considerarse otras opciones terapéuticas.
Administración:
La preparación del inyectable debe llevarse a cabo a temperatura ambiente o corporal. El factor IX debe ser administrado por vía intravenosa lenta, para observar al paciente por si se presenta una reacción inmediata. Si se produce una reacción de la que se piense que pueda estar relacionada con la administración debe disminuirse la velocidad de perfusión o bien interrumpirse la perfusión.
- Inyección intravenosa en bolo: inyectar lentamente por vía intravenosa a una velocidad confortable para el paciente (máx. 2 ml/minuto).
- Perfusión continua: la seguridad y eficacia de la perfusión continua en niños no han sido estudiadas. Sólo debe considerarse, si los datos farmacocinéticos prequirúrgicos (por ejemplo, incremento de la recuperación y aclaramiento) se obtuvieron a partir de la dosis calculada, y los niveles perioperativos deben ser controlados cuidadosamente.
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