Balance energético en niños y adolescentes
Los niños y adolescentes, de entre 9 y 17 años, de nuestro país son más sedentarios que las generaciones anteriores, debido, entre otras razones, al mayor nivel de urbanización y mecanización y al largo tiempo que pasan ante la pantalla del televisor o del ordenador.
Esta situación ha provocado un exceso en la ganancia energética y un desequilibrio energético, lo que se traduce en un gradual y consistente aumento de peso. Actualmente, se sugiere que el exceso de energía no es la única clave para explicar la alta prevalencia del sobrepeso y la obesidad. Se ha visto que cada vez tienen un papel más importante, en esta problemática, el sedentarismo y la falta actividad y ejercicio físico, tanto para mantener un peso adecuado como, a través de la reducción de la ingesta de energía, en la disminución del sobrepeso y obesidad.
Uno de los conceptos más importante que se debe entender es el balance energético. En términos simples, es el equilibrio entre las calorías provenientes de alimentos y bebidas (energía que entra), las calorías que se queman con la actividad física (como caminar o jugar) y las actividades de la vida diaria (vestirse, comer o leer).
Los niños y adolescentes deben conocer a edades tempranas los beneficios que el ejercicio físico tiene para su salud. Es fundamental que entiendan el concepto de equilibrar los requerimientos diarios de calorías con actividad física regular, y por qué este concepto es tan importante.