Nota del Presidente de la Asociación Española de Pediatría
El presidente de la Asociación Española de Pediatría hace pública una nota aclaratoria tras los artículos de prensa publicados las últimas semanas acerca de la alta proporción de mujeres en la especialidad de Pediatría.
Ante las reacciones suscitadas en relación con el artículo titulado El aluvión de médicas aún encuentra recelos aparecido en el diario El País del sábado 14 de Julio de 2012, quiero hacer las siguientes precisiones:
1. El pasado 18 de junio Diario Médico publicó un artículo en el que se analizaba el importante incremento de las mujeres médicos que este año habían elegido especializarse en Pediatría, superando el 85%. En este artículo se recogían frases de una amplia entrevista telefónica mantenida conmigo, junto con otras opiniones de los presidentes de las Sociedades de Ginecología y Endocrinología, especialidades con porcentajes similares de feminización.
2.- Con el fin de aclarar aspectos que en el referido artículo podían atribuirse a mi persona y con los que no estaba de acuerdo, el martes, 10 de julio, acepté una nueva entrevista telefónica, en este caso con un redactor del diario El País, que es el que ha dado lugar al artículo publicado este fin de semana. El autor incluye, junto con declaraciones mías y opiniones de otros entrevistados, alguna suposición infundada que podría hacer pensar a los lectores que la Asociación Española de Pediatría (AEP) o su Presidente consideran un problema el incremento progresivo del número de mujeres pediatras.
3.- Esta interpretación es absolutamente errónea. Quiero dejar claro que la Ejecutiva de la AEP y su Presidente consideran que es beneficioso para la profesión que un número cada vez mayor de mujeres pediatras acceda a la responsabilidad del cuidado de los niños y adolescentes españoles. En la entrevista telefónica dejé claro que la especialidad de pediatría era elegida por los mejores números del MIR, atendiendo únicamente al mérito y capacidad tras muchos años de esforzado estudio y aprendizaje en las Facultades de Medicina y el periodo de especialización. Aunque este extremo no se recogió en el artículo, sí agradezco que se hiciera mención al menos al orgullo que sentimos los pediatras españoles, sin distinción de género, por haber conseguido unos excelentes índices de salud infantil, entre los mejores del mundo.
4.- Desde la AEP defendemos y defenderemos siempre el derecho de los niños a ser atendidos en todos los niveles asistenciales por los profesionales más capacitados para ello, que son sin duda los pediatras, de los que el 62% son mujeres. Las sociedades científicas están obligadas a velar por que las Administraciones respeten el derecho de las mujeres y de los hombres pediatras a disfrutar de sus bajas maternales, posibilidad de agrupación familiar, trabajo a tiempo parcial de todos sin distinciones, garantizándose que todas las bajas sean sustituidas por otros pediatras. A los gestores corresponde facilitar la conciliación del ejercicio de la profesión con la vida personal y familiar y, en este sentido, iba mi insistencia en alertar de este hecho a las autoridades sanitarias para cubrir el problema de las sustituciones, del tipo que sean, y garantizar que se presta la atención adecuada.
5.- Cualquier otra interpretación de mis declaraciones no se corresponde con mi intención al conceder la entrevista, ni con la postura de la AEP al respecto. Quienes conocen mi trayectoria profesional y personal (estoy casado con una médica y una de mis hijas y una de mis nueras son pediatras) habrán sufrido como yo este fin de semana con las ofensivos juicios de valor que me han atribuido y que lamento profundamente.
Con esta nota espero haber contribuido a aclarar esta desafortunada polémica.
Profesor Serafín Málaga
Presidente de la Asociación Española de Pediatría.